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Suyo siempre, Erdoğan: primeras elecciones en una Turquía presidencialista

  • Foto del escritor: Ignacio Rullansky
    Ignacio Rullansky
  • 25 jun 2018
  • 8 Min. de lectura

Después del estado de emergencia de 2016 y del referéndum de 2017, los turcos eligieron presidente dejando atrás el parlamentarismo; el oficialismo y la oposición recurren a alianzas para competir; un partido pro kurdo supera el umbral electoral.

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Desde el balcón: relectro como presidente de los turcos, Recep Tayyip Erdoğan saluda a la multitud desde la sede del partido AK en Ankara, la noche del 24 de junio de 2018.

El 16 de abril de 2017, un referéndum constitucional propuesto por el presidente Recep Tayyip Erdoğan, fue aprobado en Turquía con el 51,41% de apoyo popular, en el cual dieciocho enmiendas introdujeron significativas transformaciones a la constitución y al sistema político. Impulsado por el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AK; al que pertenece Erdoğan) y por el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), el referéndum introdujo el pasaje de un régimen republicano de tipo parlamentarista a uno presidencialista, y estableció que las elecciones parlamentarias (antes cada cuatro años) y las presidenciales (cada cinco) habrían de coincidir cada cinco años el mismo día. El domingo 24 de junio de 2018 ocurrió esto por primera vez en la historia de Turquía. Bajo un estado de emergencia vigente desde el fallido golpe de Estado de julio de 2016, Erdoğan, quince años invicto, aseguró un nuevo mandato como presidente con el 52,6% de los votos superando una desafiante contienda electoral.


De un régimen parlamentarista a uno fuertemente presidencialista

Para entender más sobre estas elecciones, inicialmente programadas para noviembre de 2019, veamos qué implicaciones se desprenden de las enmiendas constitucionales, pues de ahí se desprenden las condiciones de gobierno que entrarán en vigencia cuando el reelecto presidente y los legisladores asuman sus funciones. Es más, las alianzas en bloques multipartidarios como los que se presentaron en esta ocasión, antes prohibidas, son una novedad fruto de una nueva ley sancionada en marzo de este año. Un dato no menor es que los partidos que compiten solos deben superar un 10% del umbral de votos para obtener escaños parlamentarios.

En pocas palabras, anteriormente, los poderes ejecutivos se hallaban en manos del presidente y su gabinete: mientras que el parlamento era responsable de auditar a los ministros del gabinete y de conferir el poder para emitir decretos con fuerza de ley, ahora, el presidente puede hacerlo así como sustituir los decretos del gabinete con fuerza de ley. Además, el rol de monitoreo del parlamento fue removido de la constitución, como también se abolió la figura del primer ministro, introduciéndose la del vicepresidente; si el presidente antes requería la propuesta del primer ministro para remover ministros, ahora prescinde de ello para nombrar o remover ministros y funcionarios de alto rango, además del vice. Por otro lado, ya no se obliga al presidente ser neutral ni cortar lazos con cualquier partido político al ser elegido, y obtiene autoridad para declarar el estado de emergencia o la ley marcial, facultad otrora reservada al gabinete de ministros.

La Gran Asamblea Nacional (el parlamento), pasó de tener 550 legisladores a 600, y se modificó la edad mínima para ejercer el cargo de 25 a 18 años. Asimismo, si antes no se formaba un gabinete por 45 días o el presidente obtenía un voto de no-confianza, éste podía llamar a nuevas elecciones generales, y actualmente el presidente o 3/5 de los legisladores pueden hacerlo; si el parlamento lo decide, un presidente en su segundo término puede volver a presentarse a reelección, rasgo no menor considerando las múltiples reelecciones de Erdoğan. Última cuestión, es ahora el presidente y no el gabinete quien prepara el presupuesto anual: luego una comisión parlamentaria lo aprueba.


Resultados de las primeras elecciones simultáneas

Para empezar, del total de 188.080 urnas, el 99,9% (187.910) fueron abiertas para el lunes 25 de junio (sobre un total de 51.178.630 votos válidos) y se calculó que hubo 50.058.220 votos válidos de un total de 51.187.468 votos emitidos (el 86,2%). En cuanto a los candidatos presidenciales, Erdoğan renovó su cargo con 26.324.482 (52,59%), superando el umbral de 50% necesario para evitar el ballotage, seguido por el principal candidato de oposición, el crecientemente popular Muharrem İnce, profesor de física cuya candidatura se basó en una propuesta secular y moderada, terminar el estado de excepción y ampliar la autonomía del banco central y las libertades políticas y de expresión representó serio desafío para Erdoğan, quien obtuvo 15.336.594 (un 30,64%): cifra nada desestimable para seguir construyendo su liderazgo dentro de la Alianza Nacional para una eventual contienda en 2022, pero insuficiente para disputarle la continuidad a Erdoğan. En tercer lugar se ubicó el también popular Selahattin Demirtaş al frente del Partido Democrático del Pueblo o HDP con 4.205.219 de votos (un 8,4%) seguido de Meral Akşener, candidata de IYI (Alianza Nacional) con 3.649.233 votos (un 7,3%).


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Muharrem İnce, candidato presidencial por el CHP dentro de la Alianza Nacional. Foto: Tumay Berkin/EPA.

El reflejo de estos resultados se aprecia en las elecciones parlamentarias, que pueden resumirse de manera agrupada de la siguiente manera: la Alianza del Pueblo (AK y MHP) obtuvo el 53,6% (26.897.275), la Alianza Nacional (CHP, IYI, SAADET) el 33,9% (17.010.203) y otros partidos (HDP, HUDA PAR, VATAN y otros) 12,4% (6.217.922). Si apreciamos cómo los porcentajes de votos se traducen en cantidad de legisladores dentro de la Gran Asamblea Nacional para cada partido y consideramos estos datos de manera desagregada intrabloque, las principales fuerzas se acomodan así.

Dentro de la Alianza del Pueblo, con 344 legisladores, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AK) conducido por Erdoğan, ganó 295 diputados (42,56%) y el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), xenófobo, de extrema derecha y anti-Unión Europea, unos 49 (11,1%). La oposición obtuvo 256 escaños, de los que 189 fueron para la Alianza Nacional. Así, el más longevo de los partidos turcos, el CHP o Partido Republicano del Pueblo, liderado por Ince, obtuvo 164 legisladores (22,6%), el Buen Partido (IYI), liberal, nacionalista, secular, pro Unión Europea, unos 43 (9,95%) mientras que el Partido de la Felicidad o SAADET, identificado con el Islam político y crítico de Occidente (con un mero 1,3%) no consiguió ninguno. La tercera fuerza, el Partido Democrático del Pueblo (HDP), de centro izquierda, asociado por representar derechos igualitarios respecto al género y para minorías etno-nacionales como el pueblo kurdo, (rasgos que se reflejan en la composición de su lista electoral y en las provincias donde más votos obtuvo, donde se concentra la población kurda en el sureste del país) ganó 67 legisladores (11,7%).


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Captura de los datos oficiales de las elecciones publicados por el portal de la agencia estatal turca Anadolu, al 25 de junio de 2018, con el 99.92% de las urnas escrutadas.

Alianzas estratégicas: dime con quién andas y te diré qué necesitas

Si nos enfocamos en cómo se constituyen las alianzas que se presentaron a los comicios, la cooperación entre el AK y el MHP se fortaleció desde que en 2016 ambos partidos promovieron el referéndum que ya mencionamos. De la asociación entre ambos nació la Alianza del Pueblo, cuyo nombre evoca la misión que se confieren como custodios de la nación, mensaje que tiene su eco en la percepción de parte de la población que refrendó la enmienda constitucional y volvió a consagrar este mes a Erdoğan en el ejecutivo. Este sector espera que esta nueva victoria no sólo apunte a mejorar la situación económica sino institucionalmente, evitar un golpe de Estado o intervención militar como la del 15 de julio de 2016 y salvaguardar la voluntad popular y los intereses nacionales de la influencia extranjera y el nacionalismo kurdo. En el MHP, este último rasgo de antagonismo a otras identidades nacionales es bastante más exacerbado que en AK. Dicho sea de paso, AK y MHP fueron rivales durante años y Devlet Bahceli, dirigente de este último (fuertemente cuestionado por su propio partido y quien recurre a la alianza con AK para mantener su hegemonía dentro de él) fue un duro opositor de Erdoğan. Hoy por hoy hay numerosos temas sobre los cuales no necesariamente concuerdan: la cuestión kurda entre ellos.

Por su parte, la Alianza Nacional no está exenta de eclecticismo ni de contradicciones: sus tres partidos presentaron cada uno su propio candidato presidencial, pues el electorado aún puede votarlos independientemente de apoyar a la Alianza en sí. El CHP, de centro izquierda y el partido más grande de la oposición, el nacionalista y secular IYI y el conservador y religioso SAADET, unieron fuerzas para superar el umbral electoral y oponerse a Erdoğan: en este caso no lograron hacerlo por la vía presidencial (es debatible si el 7,3% que obtuvo la candidatura presidencial de Akşener hubiera apoyado a Ince de presentar una lista unificada) pero su desafío estará en limitar su influencia dentro del parlamento. Esta alianza no comprendió ningún partido kurdo ni que apoyara explícitamente su causa como lo hace el HDP que, independiente, superó exitosamente el umbral del 10% y se encumbró como la tercera fuerza, logro a destacar teniendo en cuenta que el oficialismo y los principales partidos de oposición requirieron presentarse en bloque para competir.


Reacciones ante los resultados

El lunes 25 de junio, los mercados reaccionaron favorablemente ante el resultado previendo la estabilidad política que la Alianza del Pueblo mantendrá los próximos cinco años. La lira turca se robusteció frente al dólar y el euro (₺4.6839=US$1; ₺5.4826=1€): un crecimiento del 2,9% frente a su cotización del viernes anterior, que inmediatamente se detuvo por la puja que Estados Unidos y China están causando en los mercados internacionales. Asimismo, crecen dudas entre los inversores extranjeros y los asesores de los fondos de inversión sobre el rumbo que seguirá la política económica: a) qué se hará para controlar y disminuir la alta inflación; b) qué tanto se preservará la independencia del banco central; c) qué tanto se orientará por medidas proteccionistas. No sólo la lira depende del dólar y es por ende volátil a su cotización, sino que el propio FMI reconoce que el país depende del financiamiento externo para cubrir un 25% de su PBI. Se estima que este año la lira perdió cerca de un 20% de su valor.


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Estimaciones sobre la cotización de la lira. Gráfico de arriba: recuperado del artículo de Marcus Ashworth publicado en Bloomberg (25/06/18). Gráfico de abajo, recuperado del artículo de Yumi Teso , Lilian Karunungan y Netty Idayu Ismail publicado en Bloomberg (25/06/18)

En el plano geopolítico, el presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó a Erdoğan. Según trascendió, además de invitarlo a “seguir trabajando juntos”, desde el Kremlin se señaló que los resultados destacaban su “gran autoridad política” y el “apoyo masivo” de la población al curso de sus políticas. En general, los medios, los organismos de derechos humanos y los gobiernos occidentales reconocieron los resultados pero no se aprecia con entusiasmo la reelección de Erdoğan, considerado un líder autoritario y conocido por perseguir a la oposición y confrontar con Occidente a pesar de aspirar a que Turquía sea incluida en la Unión Europea.

Erdoğan dio un contundente y confrontativo (sobre todo dirigido a la oposición) discurso de victoria. De las declaraciones que dio durante la jornada electoral se destaca argüir que Turquía atravesaba una revolución democrática y que el sistema presidencialista elevaba al país por encima de las civilizaciones contemporáneas. La oposición criticó a la agencia estatal Anadolu de manipular la publicación de los resultados electorales y de emitir comunicados sobre éstos de manera selectiva, acusación que el gobierno negó. Entre las voces escépticas ante la confiabilidad de los resultados estuvo la de Ince, quien solicitó mantener la fiscalización hasta último minuto y criticó las elecciones como injustas (Erdoğan no sólo no le concedió un debate televisivo sino que la emisora de tv estatal le dio acceso a una limitada cobertura). Sin embargo, a pesar de alegar que el régimen de gobierno asumirá un carácter autocrático bajo el gobierno de “un solo hombre”, Ince terminó aceptando los resultados, instando a Erdogan a representar a la totalidad del país.



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Arriba: Mapa con los resultados del referéndum constitucional de 2017. Fuente: Hurriyet Daily News (16/04/17). Abajo: Mapa con la distribución de los resultados electorales (presidenciales). Fuente: Hurriyet Daily News (25/06/18)

Debemos notar que la Alianza del Pueblo compensó la diferencia porcentual del 10% que obtuvo su candidatura presidencial por encima de la performance en las parlamentarias: el 42,6% de AK requirió de aquel 11,1% que aportó el MHP. De esto podemos deducir que existirá un interés recíproco en mantener la continuidad de la Alianza en términos de garantizar la hegemonía dentro de la Gran Asamblea Nacional. Esto expandirá la influencia presidencial dentro del parlamento, pero requerirá de Erdoğan atender las demandas del MHP, a la vez que otorgará a Bahceli una contención frente a los cuestionamientos que surgen de sus propias filas. El tiempo dirá cómo conciliarán sus diferencias ideológicas a propósito de la coyuntura.

Por último, respecto a la distribución geográfica de los votos, la Alianza Nacional prevaleció en la región del Mármara y en la zona marítima de la región Egea, coincidente según veo con la concentración de votos negativos respecto al referéndum del año pasado, rasgo compartido con el HDP, donde se halla el mayor caudal de votantes kurdos (que también votaron en contra) mientras que los votos del oficialismo y su Alianza del Pueblo se dispersan por las regiones del interior de la Anatolia central y de la zona del Mar Negro; la costa sur del Mediterráneo es la única en donde en 2017 se votó "contrariamente" al oficialismo pero afirmativamente en las elecciones de este año.



Nota bene: las cifras reproducidas aquí están sujetas a las actualizaciones de la Agencia Anadolu y no reflejan los valores finales; se continuará escrutando hasta el viernes 29. Ver: https://secim.aa.com.tr/tr

 
 
 

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